
El mercado laboral evoluciona y, con él, también lo hacen los tipos de contratos que se adaptan a distintas situaciones. Uno de los más habituales, especialmente en entornos donde las plantillas requieren sustituciones temporales, es el contrato de interinidad. Si te preguntas la interinidad que es, este artículo es para ti. Aquí te explicamos de forma clara y directa en qué consiste, cuándo se utiliza y por qué puede ser una buena oportunidad tanto para empresas como para quienes buscan incorporarse al mundo laboral.
Interinidad ¿Qué es?
La interinidad hace referencia a una situación laboral temporal, en la que una persona ocupa un puesto de trabajo que ya pertenece a otra, pero que está ausente por una causa justificada. Es decir, se trata de una sustitución.
Un ejemplo claro es cuando una trabajadora está de baja por maternidad. Durante ese tiempo, la empresa puede contratar a alguien para cubrir ese puesto. Esa persona no ocupará una nueva plaza, sino que asumirá las tareas de quien está ausente hasta que se reincorpore. Ese tipo de contrato es un contrato de interinidad.
Además de las sustituciones por bajas, el contrato de interinidad también puede aplicarse cuando se está esperando cubrir un puesto fijo mediante un proceso de selección o promoción interna. Mientras tanto, una persona interina puede asumir ese rol, con todos los derechos laborales correspondientes.
En resumen, el concepto de interinidad se basa en la temporalidad justificada, no en una relación laboral indefinida o casual.
¿En qué consiste un contrato de interinidad?
Ahora que ya sabes qué es la interinidad, vamos a ver cómo se aplica en un contrato. La normativa laboral establece unas condiciones muy concretas para este tipo de acuerdos, que deben cumplir ciertos requisitos para ser válidos:
- Causa específica debe existir una razón objetiva que justifique la contratación temporal. No vale con alegar una necesidad genérica. Tiene que tratarse de una ausencia concreta o una vacante pendiente de cubrir.
- Identificación del puesto o de la persona sustituida el contrato debe detallar claramente a quién se sustituye o qué puesto se está cubriendo.
- Duración limitada el contrato dura lo mismo que la ausencia. Si la persona sustituida vuelve, se da por finalizado. Si es por una vacante, finaliza en cuanto se cubre el puesto de forma definitiva.
Además, aunque puede ser verbal en situaciones muy específicas, lo recomendable siempre es formalizarlo por escrito, donde se especifiquen todos los detalles, desde la jornada hasta el motivo de la interinidad.
En cuanto al tiempo de trabajo, el contrato de interinidad puede ser a jornada completa o parcial, dependiendo del puesto que se sustituya. Eso sí, no puede transformarse en indefinido por el paso del tiempo. Está ligado a una necesidad puntual.
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¿Cuáles son las ventajas de un contrato de interinidad?
Aunque la interinidad parte de una necesidad temporal, no significa que no tenga beneficios. Al contrario: tanto para la persona contratada como para la empresa, este tipo de contrato puede ser muy positivo. Aquí te contamos por qué:
Ventajas para la persona contratada
- Acceder al mercado laboral: si acabas de terminar tu formación o estás dando los primeros pasos en tu carrera, un contrato de interinidad puede ayudarte a entrar en el mundo profesional. Es una buena forma de sumar experiencia real.
- Tener los mismos derechos que cualquier trabajador: durante el tiempo que estés contratado como interino, tienes derecho a cotizar, a cobrar según el convenio correspondiente, a vacaciones, permisos, baja por enfermedad y al resto de condiciones laborales comunes.
- Posibilidad de continuidad: si la empresa queda satisfecha con tu desempeño, podrías ser tenido en cuenta para futuros procesos de selección. Además, si te interesa el empleo público, te conviene saber cómo entrar en la bolsa de trabajo público, ya que los contratos de interinidad son habituales en este entorno.
- Aprendizaje en entornos reales: si vienes de un entorno formativo, como un ciclo de FP, la interinidad te permite aplicar todo lo que has aprendido en un entorno profesional. En Cesur Formación, por ejemplo, trabajamos para que salgas preparado no solo con conocimientos, sino con la actitud necesaria para destacar desde el primer día.
Ventajas para la empresa
- Agilidad en la contratación: permite cubrir de forma rápida y legal cualquier ausencia prevista, sin afectar a la productividad ni desorganizar equipos.
- Flexibilidad ante imprevistos: en situaciones donde no se puede prever la duración exacta de una baja o de un proceso de selección, la interinidad ofrece margen de maniobra y seguridad jurídica.
- Reducción de riesgos legales: al estar regulado por el Estatuto de los Trabajadores, el contrato de interinidad ofrece protección tanto para la persona empleada como para la empresa. Todo queda claro desde el principio.
- Mantenimiento del nivel de servicio: cuando una empresa sustituye a una persona ausente con un perfil similar, mantiene la calidad del trabajo, la atención al cliente y el ritmo del equipo.
Ahora que conoces bien el concepto de interinidad que es, puedes ver que no se trata solo de una solución temporal para las empresas, sino también de una oportunidad real para quien está buscando incorporarse al mercado laboral. Este tipo de contrato ofrece derechos laborales completos y puede ser el punto de partida para una carrera profesional sólida, especialmente si estás recién titulado o formándote en un centro como Cesur Formación, dónde trabajamos para que tu paso del aula al empleo sea lo más natural posible.
La interinidad no es una fórmula vacía: es una vía legítima, segura y útil tanto para trabajar como para seguir creciendo profesionalmente.