¿Qué hace un contable?
Si alguna vez te has preguntado qué hace un contable, es porque seguramente te interesa una profesión con salidas reales, que conecta directamente con el funcionamiento de empresas, administraciones públicas o incluso proyectos personales. El trabajo del contable no es solo llevar libros de cuentas: es tomar decisiones informadas basadas en datos. Es estar detrás del orden, la estrategia y el equilibrio económico de todo tipo de organizaciones.
En este artículo vamos a explicarte con claridad y sin rodeos en qué consiste el trabajo de un contable, qué formación necesitas, qué funciones desarrolla, cuánto puedes llegar a ganar y los tipos de contables que existen. Porque sí, hay más de uno, y cada uno cumple un papel fundamental.
¿Qué es un asesor contable?
Un asesor contable es una figura clave en el día a día de autónomos, pymes y grandes empresas. No solo se encarga de gestionar la contabilidad, sino que también interpreta los números para ayudar a sus clientes a tomar mejores decisiones. Su papel combina análisis financiero, cumplimiento legal y capacidad de previsión.
Su trabajo implica revisar ingresos y gastos, controlar impuestos, analizar balances y detectar posibles errores o riesgos financieros. También puede asesorar sobre estrategias de ahorro fiscal, planificación presupuestaria o inversiones. En muchos casos, trabaja codo a codo con asesores fiscales, auditores y directores financieros.
Lo interesante de este perfil es su versatilidad: puede trabajar tanto de forma independiente como dentro de una asesoría, o como parte de un departamento interno en una empresa. Y, a medida que gana experiencia, su valor en el mercado laboral se multiplica.
Las funciones de un contable
Entramos ahora de lleno en qué hace un contable en su día a día. Las funciones pueden variar según el sector o el tamaño de la empresa, pero hay tareas comunes que forman parte de cualquier perfil contable. Estas son las principales:
- Registrar operaciones económicas: esto incluye compras, ventas, pagos, cobros, nóminas, impuestos y cualquier movimiento de dinero que afecte a la empresa.
- Clasificar y organizar la información contable: cada transacción debe estar correctamente documentada y ubicada en su cuenta correspondiente.
- Elaborar informes financieros: balances, cuentas de resultados, libros contables… Todos ellos permiten tener una visión clara de la salud financiera.
- Controlar los plazos fiscales: presentación de declaraciones trimestrales y anuales, pagos a Hacienda, etc.
- Detectar desviaciones: comparando lo presupuestado con lo real, el contable puede señalar errores o imprevistos a tiempo.
- Asesorar en la toma de decisiones: gracias a su conocimiento de los datos, puede ayudar a planificar inversiones o recortar gastos innecesarios.
- Colaborar en auditorías: tanto internas como externas, asegurando que todo esté en regla y que los procesos sean transparentes.
Todo esto requiere una gran capacidad de análisis, organización y conocimiento de la legislación vigente. Pero, sobre todo, requiere compromiso con la realidad de la empresa.
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Estudios y requisitos para ejercer como contable
Si te estás planteando trabajar como contable, hay varios caminos para conseguirlo. Lo más habitual es empezar con una formación profesional o universitaria relacionada con la administración y las finanzas.
En Cesur Formación, por ejemplo, puedes cursar el Grado Superior en Administración y Finanzas, una titulación oficial y muy valorada por las empresas. Esta formación te prepara no solo con teoría, sino también con prácticas reales en empresas. Así, puedes aplicar lo aprendido desde el primer día y salir con experiencia real bajo el brazo.
¿Tienes dudas sobre las salidas reales de esta titulación? Te lo contamos todo en este artículo sobre para qué estudiar Administración y Finanzas: salidas tras el ciclo.
Además de la formación académica, se valoran habilidades como:
- Capacidad numérica y lógica.
- Manejo avanzado de herramientas como Excel, programas ERP y software contable.
- Atención al detalle y orientación al orden.
- Capacidad para comunicarte con claridad, tanto con otros profesionales como con clientes.
Otro aspecto clave es la formación continua. Las leyes cambian, las herramientas evolucionan y la contabilidad no se queda atrás. Si quieres destacar en este sector, estar actualizado es una necesidad.
¿Cuánto gana un contable?
Saber cuánto gana un contable es importante si estás valorando esta salida profesional. Aunque los sueldos varían en función de la experiencia, la ubicación y el tipo de empresa, podemos darte unas cifras orientativas.
- Contable junior (menos de 2 años de experiencia): entre 18.000 y 22.000 euros brutos anuales.
- Contable con experiencia (3-5 años): entre 23.000 y 30.000 euros.
- Contable senior o responsable contable: a partir de 32.000 euros, pudiendo superar los 40.000 euros en grandes empresas o multinacionales.
- Asesor contable autónomo: los ingresos pueden variar mucho, pero con una buena cartera de clientes se pueden superar los 50.000 euros anuales.
Además del salario fijo, algunas empresas ofrecen beneficios como formación continua, bonos por objetivos o flexibilidad horaria. En muchos casos, el contable también tiene margen para crecer hacia puestos de mayor responsabilidad, como controller financiero o director financiero (CFO).
Tipos de contables
La contabilidad abarca muchas áreas y eso se traduce en distintos tipos de perfiles profesionales. Estos son los más comunes:
- Contable general: lleva toda la contabilidad de una empresa. Es el perfil más completo y polivalente.
- Contable fiscal: especializado en impuestos, declaraciones fiscales y normativa tributaria.
- Contable de costes: analiza los costes de producción o prestación de servicios. Muy valorado en sectores industriales.
- Auditor contable: revisa que las cuentas se hayan hecho de forma correcta y conforme a la ley. Puede trabajar dentro de la empresa o desde una firma externa.
- Contable público: trabaja en organismos oficiales o entidades públicas, donde los procedimientos contables están regulados por normativas específicas.
- Contable financiero: enfocado en análisis de balances, previsiones y asesoramiento estratégico.
Elegir una especialización te permite destacar en un área concreta y aumentar tus opciones laborales. Si aún no tienes claro por dónde empezar, lo ideal es formarte de forma general y luego decidir hacia dónde quieres especializarte.
Ahora ya sabes qué hace un contable: registra, analiza, interpreta y asesora. Pero también organiza, previene errores y ayuda a tomar decisiones acertadas. Es un perfil imprescindible en cualquier empresa, administración o proyecto emprendedor.
Si te gusta el orden, los números y quieres una profesión con salidas reales, la contabilidad puede ser tu camino. Y si buscas una formación que te acerque directamente al mundo laboral, en Cesur Formación encontrarás ciclos formativos oficiales y prácticos, pensados para que empieces a trabajar desde el minuto uno.
Porque formarte no es solo aprender. Es prepararte para dar el salto que te llevará donde quieres estar. Y aquí estamos para acompañarte en cada paso.