Estudiar Medicina: ¿Y si no merece la pena?

Estudiar Medicina es una de las opciones formativas más vocacionales que hay. ¿Te estás planteando dedicarte a esta profesión sanitaria en un futuro? Antes de tomar una decisión, es conveniente que valores lo que conlleva y, de este modo, evitar arrepentirte a corto o medio plazo.    

Estudiar Medicina, una carrera de fondo

Y es que un 12,9% de los alumnos que comienzan a estudiar Medicina abandona el grado antes de terminarlo, unos para cambiarse a otra carrera (8,5%)  y otros para dejar de lado por completo la universidad (4,5%), de acuerdo con el estudio Indicadores sintéticos de las universidades españolas 2019 elaborado por la Fundación BBVA. 

¿La razón? Los duros requisitos de acceso, la dificultad de los estudios y la competencia para elegir especialidad son los principales factores que ponen a prueba el interés de los estudiantes por esta rama sanitaria. 

Etapa 1: el ingreso

En este sentido, para estudiar Medicina, primero tendrás que contar con el título de Bachillerato o ciclo de Grado Medio, aprobar la prueba de selectividad (EVAU) y conseguir una nota media suficiente para entrar en alguna universidad. 

Y no es baja. El pasado año, por ejemplo, ésta osciló entre los 11,798 y los 13,075 puntos en España, aunque ya sabes que varía de un año a otro en función de la demanda. 

Etapa 2: las asignaturas

Bien, pues esta es la parte ‘fácil’ de todo el proceso. La carrera de Medicina no es apta para todo el mundo, tanto por la dificultad del grado, como por las materias que en ella se imparten (Anatomía, Bioquímica, Biología, Cirugía, Citología, Epidemiología…), en las que vas a poner a prueba tu nivel de aprehensión.

Etapa 3: el MIR

Pongamos que superas los seis años de clases teóricas y prácticas con solvencia (sí, son seis años, no cuatro). ¿Listo para empezar a trabajar en tu profesión soñada? ¡Todavía no! Llega el momento de enfrentarte al MIR, ese ineludible examen que te permitirá elegir especialidad y centro para los próximos años. 

Esta prueba representa el 90% de la nota para optar a las plazas disponibles, así que es habitual empezar a prepararlo en el sexto curso, dedicando unos 18 meses de intenso estudio. Aun así, no todos lo consiguen: por ejemplo, un 21% de los candidatos no superaron la nota de corte en la convocatoria 2018-2019, según datos del Ministerio de Sanidad.  

Etapa 4: el ejercicio profesional

Tras mucho esfuerzo y sacrificios logras tu objetivo. ¡Enhorabuena! Ya puedes ejercer como médico y constatar que, efectivamente, estudiar Medicina mereció la pena, siempre y cuando no te hagan pensar lo contrario las guardias interminables, el desgaste psicológico y la precariedad laboral que se da en muchos casos. 

La Formación Profesional, una vía para evaluar tu vocación

Con esto no queremos desanimarte en tu proyecto; al contrario, solo ayudarte a elegir el futuro laboral más adecuado para ti. No olvides que será el que te acompañe el resto de tu vida. 

Por eso, en caso de que tengas dudas sobre si estudiar Medicina, es importante que valores todas las posibilidades a tu alcance. ¿Has pensado en los ciclos oficiales de Formación Profesional de la rama sanitaria? Se trata de un campo de estudio muy amplio que te va a permitir orientar tu perfil profesional hacia la atención primaria y comunitaria, los servicios generales de salud (como diagnóstico o análisis clínico) o las áreas de farmacia, ortopedia o salud bucodental. 

Además, al existir ciclos de FP tanto de grado medio, como de grado superior, este itinerario formativo te permite iniciarte en el área de la Medicina nada más terminar la ESO e ir ampliando tu currículo a través de títulos de técnico, de técnico superior o cursos de especialización relacionados con este sector, con la ventaja que supone la existencia de modalidades online y Dual, además del formato presencial clásico. 

Incluso aunque estudiar Medicina sea tu objetivo final, la Formación Profesional puede servirte como campo de pruebas para familiarizarte con las materias y corroborar que el área sanitaria te satisface plenamente. Así, en lugar de cursar el Bachillerato, puedes matricularte en un ciclo de grado medio y, terminado este, acceder a la universidad con una base de competencias específicas. 

En Cesur te ayudamos a adoptar la mejor opción para ti y, por eso, ponemos a tu disposición a nuestros expertos. Contáctanos y ellos te explicarán qué grado te conviene más, las diferencias entre un ciclo superior y medio, los plazos y requisitos de matriculación o las salidas profesionales. ¡Infórmate sin compromiso!